Programa: Asistencia y protección a desplazados internos y personas confinadas en Colombia
Socio: BHA/USAID
Al sur del departamento del Chocó, una zona históricamente afectada por el conflicto armado y que desde el 2020 ha vivido un recrudecimiento de la violencia, habita, a orillas del río San Juan, la comunidad de Nueva Piraza, perteneciente al pueblo indígena Wounaan, una comunidad que por años ha tenido que atravesar momentos difíciles debido a la incursión de grupos armados en su territorio, situación que en diversas ocasiones, los ha llevado a confinarse y les ha impedido movilizarse libremente por esta hermosa región del Pacífico colombiano.
Debido a este confinamiento, la comunidad ha tenido que vivir situaciones adversas como la falta de alimentos, afectando negativamente su seguridad alimentaria, ya que no han podido movilizarse para trabajar y conseguir los alimentos que necesitan para sobrevivir. También, por falta de conocimiento, la comunidad no sabía cómo reaccionar cuando eran asediados por los grupos armados, quedando desorientados sin saber qué hacer y debilitados como comunidad.
A partir del acompañamiento brindado por PADF, la comunidad de Nueva Piraza ha logrado mejorar su situación, dejar el miedo para poder volver a recuperar su confianza y autoestima colectiva. También, gracias al programa, la comunidad ha aprendido a prepararse para situaciones adversas que puedan presentarse a futuro, ya que su mayor motivación es poder resistir y persistir en sus territorios para conservar su cultura y saberes ancestrales.
“Antes de que llegara PADF, no sabíamos cómo protegernos cuando ocurrían los enfrentamientos armados, creíamos que la única solución para sobrevivir era salir de nuestro territorio. Ahora sabemos cómo protegernos para poder permanecer en nuestro hogar”. -Albino Chuchu Ismare, gobernador de la comunidad de Nueva Piraza.
Con esta asistencia, que también se enfoca en el fortalecimiento organizacional, la comunidad reconoce el trabajo desarrollado, ya que ha podido retomar nuevamente sus actividades, gracias a las diferentes actividades del programa, que comprenden talleres, apoyo psicosocial y el conocimiento de los decretos étnicos, y que han promovido el fortalecimiento organizativo de la comunidad, de manera que han consolidado sus redes de apoyo, su gobierno propio, la guardia indígena (organismo ancestral que protege y difunde la cultura y el ejercicio del derecho propio) y la creación de comités de mujeres para la prevención de la violencia de género, permitiéndoles recuperar la seguridad y la confianza en sí mismos.
A través del programa de Asistencia y protección a desplazados internos y personas confinadas en Colombia, de la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID, PADF brindó asistencia alimentaria y protección a más de 19 mil colombianos que en el 2022 fueron afectados por el conflicto armado en 4 departamentos: Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño. El programa adaptó el enfoque étnico y diferencial en sus metodologías para proporcionar asistencia alimentaria, incluidas canastas y cupones de alimentos, e implementó actividades de protección enfocadas en el apoyo psicosocial, la prevención y la respuesta contra la violencia de género, y el desarrollo de capacidades para fortalecer los mecanismos de respuesta locales. Según la Defensoría del Pueblo, en 2022 se registraron 140 casos de desplazamientos masivos en todo el territorio nacional, lo que afectó a un total de 20.316 familias. Además, otras 15.761 familias también sufrieron debido a 132 situaciones de confinamiento[1].
[1] Defensoría del Pueblo https://www.defensoria.gov.co/-/alrededor-de-36.000-familias-fueron-v%C3%ADctimas-de-desplazamiento-forzado-y-confinamiento-en-2022#:~:text=%E2%80%9CEl%20balance%20de%202022%20resulta,Defensor%20del%20Pueblo%2C%20Carlos%20Camargo.